Para operar un dron de más de 750grs. de peso se requiere una licencia especial, la que se entrega tras una prueba de conocimiento en la DGAC. Con ella se puede optar a cursos especializados y que se han convertido en los más demandados, los cuales han sido diseñados por UMILES Latinoamérica para sectores como la Minería, la Energía o la Agricultura, que además permiten aumentar los niveles de seguridad en las faenas y ahorrar tiempo.
Más que un juguete, los drones son sofisticados instrumentos de trabajo que hoy por hoy se utilizan en muchas industrias en todo el mundo y en nuestro país. Por eso, y debido a la complejidad de su tecnología, la autoridad aeronáutica exige una serie de normas para su operación, entra las que se cuentan el contar con una licencia oficial, la que se debe renovar cada año.
Pero eso es solo el inicio, ya que hoy los drones se están usando de manera intensiva en sectores como la Minería, la generación y Distribución eléctrica, la agricultura y la logística, todas industrias que aprovechan las ventajas de esta tecnología para realizar de manera más rápida y segura muchas tareas que antes se realizaban de manera manual.
Sin embargo, para la operación de un dron de manera profesional y segura, los operadores requieren además una estricta capacitación profesional, como la que entrega UMILES Latinoamérica, un emprendimiento chileno al que hace poco ingresó a su propiedad una de las mayores compañías de drones de Europa, UMILES GROUP; y que es el mayor centro de desarrollo de habilidades y aprendizaje de nuestro país, y por la cual ha pasado una gran parte de los cerca de 8 mil pilotos de drones que tienen licencia para operar en Chile hoy.
Es por esto que en estos días UMILES Latinoamérica está inaugurando el primer Centro de Entrenamiento de Drones de nuestro país, en la zona de Lo Herrera, en San Bernardo, a solo 40 minutos del centro de Santiago.
El lugar, además de tener la autorización de uso de espacio aéreo entregado por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), contar con todas las medidas de seguridad, y estar habilitada para impartir clases teóricas y prácticas, cuenta con zonas de aterrizaje y de despegue, además de rutas para el tránsito de distintos tipos de drones especializados en distintas tareas y que requieren hasta dos personas para su operación: Un operador que lo conduce, y un operador que se preocupa de realizar la tarea que se practica, como inventariar, fotografiar, medir temperatura, etc.
“Con este nuevo centro de entrenamiento, UMILES Latinoamérica se convierte en la primera academia de operación de drones que permite a los operadores aprender no solo teóricamente, sino que además de manera práctica, con dificultades reales y a campo abierto, lo que sin duda mejorará mucho la calidad de los operadores de drones chilenos de aquí en adelante”, explica Diego Mendoza, fundador y CEO de UMILES Latinoamérica.
Diego Mendoza, además, explica que hoy UMILES Latinoamérica cuenta con una batería de cursos especiales, que van desde los más generales, hasta los más especializados, como los que permiten a que sus alumnos hoy puedan inspeccionar los tubos submarinos de la planta GNL de Quintero, limpiar y supervisar el funcionamiento de plantas de energía solar y eólica de las regiones del norte del país e, incluso, para realizar en solo dos días un proceso de inventario de una multinacional, donde antes demoraba un par de semanas en esa tarea.
Diego Mendoza, agrega que los más de mil operadores de drones profesionales que han pasado por la institución, los últimos dos años, parten ganando desde $800 mil pesos mensuales aunque, en promedio, la oferta inicia en los $1,3 millones.