La detención en Argentina de este prófugo de la justicia chilena, que fue condenado a 9 años de cárcel por un grave atentado incendiario registrado en 2013, y que ha instigado hechos de violencia en la Macrozona Sur, es un hecho relevante y positivo, porque llevaba más de un año fugado sin que se conociera su paradero, lo que confirma el error de la justicia chilena de haberle otorgado la libertad condicional.
Resulta esencial que el gobierno chileno inicie a la brevedad las acciones con el Ejecutivo de ese país para solicitar la extradicción de este peligroso delincuente, de manera que termine de cumplir la pena acá, y esto sirva como experiencia respecto a los beneficios carcelarios que algunos tribunales otorgan a personas que están involucradas en hechos de violencia similares en la Macrozona Sur.