El mandatario afirmó que «la dictadura (de Pinochet) nos enseñó los riesgos de relativizar la democracia y los derechos humanos, aprendimos que bajo ninguna circunstancia ni pretexto ello se debe permitir».
El presidente de Chile, Gabriel Boric, criticó este sábado el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua y pidió a la comunidad regional seguir denunciando y no quedarse callados ante las violaciones a los derechos humanos.
«No es aceptable de parte nuestra callar ante la dictadura familiar de Ortega y Murillo en Nicaragua, que acaba de privar de su nacionalidad a 94 opositores y deportar a más de 200 presos políticos», dijo Boric durante su intervención en la Cumbre Iberoamericana de República Dominicana.
El mandatario señaló que Ortega «parece no saber que la patria se lleva en el alma y en la sangre y no se puede quitar por decreto, y eso lo saben muy bien las personas deportadas».
«Fuera de la democracia no hay dignidad posible y eso lo sabemos en Chile, que este año conmemoramos 50 años del golpe de estado que derrocó al gobierno democrático del presidente Salvador Allende (1970-1973) e instauró un régimen de terror, muerte, exilio y pobreza», dijo.
Boric afirmó que «la dictadura nos enseñó los riesgos de relativizar la democracia y los derechos humanos, aprendimos que bajo ninguna circunstancia ni pretexto ello se debe permitir».
El presidente chileno abordó la crisis migratoria que enfrenta el país y el continente en general y señaló que la región debe «trabajar en conjunto entre el país de origen, el de tránsito y el de destino, bajo el principio de la responsabilidad compartida y la solidaridad regional».
«Tenemos que ser capaces de lograr una migración segura, regular y ordenada, que resguarde los derechos de los que migran y de las comunidades que los acogen, por eso urge acelerar la coordinación de nuestras autoridades policiales y migratorias para contrarrestar redes de crimen organizado que trafican migrantes», añadió.
Boric hizo un llamado a «ponerle más empeño a cumplir los acuerdos sobre migraciones, pues no es necesario crear nuevas instancias de multilateralismo, sino que debemos fortalecer las que ya tenemos, además de intensificar las conversaciones bilaterales para mejorar la gestión de fronteras».
Asimismo, el presidente se refirió al conflicto en Ucrania y afirmó que este «tiene más de un año y pareciera que en el mundo nos acostumbramos».
«Tenemos que seguir condenando la invasión y seguir haciendo esfuerzos por la paz, acá hay una violación flagrante de los principios fundamentales de la carta de la Organización de las Naciones Unidas que no puede dejarnos indiferentes», agregó.
Por último, contó que conversó de manera telemática con Volodímir Zelenski y le manifestó el apoyo de Chile a los esfuerzos de paz, «le di mi respaldo ante la tragedia que está viviendo el pueblo ucraniano», cerró.
La Cumbre Iberoamericana de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno se inauguró este viernes en República Dominicana y cuenta con la presencia de líderes de 22 países.