En un esfuerzo por fortalecer el trabajo de cada uno de los voluntariados que apoyan la gestión asistencial en el Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena, el pasado 12 de agosto la Unidad de Acompañamiento Espiritual, desarrolló un curso abierto a todas las personas interesadas en formar parte de los grupos de voluntarios del establecimiento.
La iniciativa, realizada anualmente como parte de las acciones garantizadas por Ley de Deberes y Derechos de los Pacientes, busca habilitar a los voluntarios en las temáticas de salud, explorando en temas fundamentales relacionados con la atención humanizada en salud y el acompañamiento espiritual en contextos médico hospitalarios.
Durante la jornada de capacitación, en que asistieron más de 120 personas, se abordaron diversos tópicos cruciales que abarcan desde la humanización de la atención médica hasta consideraciones legales relacionadas con el acompañamiento religioso en entornos hospitalarios. Además, los participantes tuvieron la oportunidad de aprender acerca de la importancia del duelo, las habilidades necesarias para brindar una relación de ayuda efectiva y las precauciones para prevenir infecciones asociadas a la atención de salud.
Uno de los aspectos destacados de la capacitación fue el enfoque en la diversidad cultural y espiritual. Así lo expresó la Dra. Maria Isabel Toledo, jefa de la Unidad de Atención Espiritual del recinto asistencial “En un mundo cada vez más globalizado, donde las personas de diversas creencias y orígenes buscan atención médica, es crucial que el apoyo espiritual sea sensible y pertinente a las necesidades individuales”. Los capacitadores presentaron casos de estudio y ejemplos concretos para ilustrar cómo adaptar el acompañamiento espiritual a diferentes contextos culturales y religiosos.
De acuerdo a la Dra. Toledo, la labor de los voluntariados espirituales se ha vuelto aún más apreciada y necesaria tras los tiempos de la crisis sanitaria coronavirus. “La pandemia puso de relieve la importancia del apoyo emocional y espiritual en situaciones de aislamiento y angustia. Los voluntarios que participan en la Unidad de Acompañamiento Espiritual del Hospital han demostrado una dedicación incansable al brindar un hombro comprensivo y un oído atento a aquellos que enfrentan desafíos de salud”.
En última instancia, la capacitación y la labor de estos voluntarios resalta la importancia de ver a los pacientes como seres completos, con necesidades que van más allá de lo físico. “La atención humanizada en salud se convierte en una realidad palpable a través de estos esfuerzos, recordándonos que el apoyo emocional, cultural y espiritual es tan crucial como cualquier intervención médica”. Sostuvo.
El director del Hospital, Heber Rickenberg Torrejón, junto con agradecer la asistencia de los voluntarios al curso impartido, expresó que la Unidad de Acompañamiento Espiritual del Hospital demuestra cómo la colaboración entre la comunidad y las instituciones de salud puede enriquecer la experiencia del paciente y contribuir a su bienestar integral. “En un mundo en constante cambio, la atención médica que considera todas las dimensiones de la persona se convierte en un faro de esperanza para aquellos que enfrentan desafíos de salud significativos”. Sentenció el directivo.