El secretario municipal de Lautaro, Sergio Zúñiga Ibáñez, enfrenta serias acusaciones por conflictos de interés y faltas administrativas en su desempeño como funcionario.
Además de su rol como secretario, Zúñiga es candidato a concejal por Temuco.
Se le ha acusado de haber acomodado a su cuñado en la Municipalidad de Lautaro, utilizando su influencia para mover funcionarios y desviar la atención de sus propios conflictos de interés. Sin embargo, parece más preocupado por la gestión del alcalde de Temuco que por supervisar las constantes irregularidades del actual alcalde de Lautaro. Este último realizó una cuenta pública en la que no presentó ningún proyecto propio, limitándose a proyecciones futuras. Resulta llamativo que se hayan impreso miles de revistas sobre este tema, gastando recursos públicos en un fin que no corresponde, dado que debería rendir cuentas sobre lo realizado en 2024.
Además, se ha observado a Zúñiga participando en diversas actividades en Temuco durante su horario laboral, según informes del municipio de Lautaro.
En 2021, Zúñiga facilitó el ascenso de su ex cuñado, Rodrigo Alarcón, a un cargo administrativo a pesar de su falta de experiencia en el área. Junto a la Directora de Control, Lorena Villa, propuso una obra de teatro como parte del Programa de Mejoramiento de la Gestión, financiada con fondos públicos. Esta propuesta generó críticas por no ser relevante para el trabajo cotidiano del municipio.
Funcionarios del municipio han denunciado que Zúñiga cobró horas extras y viáticos por ensayos realizados durante su horario laboral y presentaciones en otras comunas, aprovechando recursos municipales. Esto ha suscitado cuestionamientos sobre sus ausencias injustificadas como secretario.
Asimismo, se ha revelado que Zúñiga filtraba información sobre los gastos de viajes de concejales con el fin de difamarlos en redes sociales durante la administración de Schifferli, a solicitud del alcalde en ese momento.
La Contraloría ha sido llamada a investigar estos hechos para esclarecer las acusaciones contra Sergio Zúñiga Ibáñez y determinar si existió un conflicto de interés o falta de probidad en su gestión como secretario municipal.
Es preocupante preguntarse en qué momento se hará cargo realmente de su trabajo cuando parece estar ausentándose constantemente. Se cuestiona también por qué Schifferli tomó decisiones para destituir a José Elías Vásquez si Zúñiga solo busca consolidar su posición para implementar políticas públicas en otro territorio, abandonando así la gestión en Lautaro.
La ciudadanía exige transparencia y rendición de cuentas en la gestión pública. Es vital que todos estén atentos a estos hechos y demanden una administración pública limpia y transparente.